Seguidores

martes, 25 de octubre de 2016

Filosofía como el arte de saber.

Hace mucho que no escribo ya que no tengo demasiado tiempo para dedicarlo a escribir, desgraciadamente, y hoy que he pillado un hueco y he intentado escribir, lo he intentado de mil maneras y realmente no he podido escribir algo que me convenciera y que me pudiera conmover, así que hoy no es mi día, y es que todos tenemos un día así de vez en cuando, ¿no?

Así que he decidido que hoy responderé a preguntas… sí, si mi cerebro y mi corazón hoy no están conectados para poder escribir y expresar mis sentimientos, responderé a preguntas filosóficas que he buscado por Internet y que me parecen interesantes. Serán respuestas totalmente personales y tal vez algunas puedan pensar que estoy loca, pero en fin, lo estoy.

Este es mi primer año de Filosofía y la verdad es que es una de mis asignaturas favoritas porque puedo expresarme y poder preguntarme cosas sin miedo a ser juzgada, así que espero que os guste esta ‘’sección’’ (por llamarlo de alguna manera) y si es así, no estaría mal que me lo dijerais en los comentarios junto a una respuesta a cualquier pregunta si lo queréis, yo estaré encantada de leer vuestras ideas acerca de estas cuestiones.

¿Cómo puede ser el hombre feliz en el mundo?

Yo creo que una persona es feliz cuando hace lo que realmente quiere, pero está claro, ¿no?, una persona sin libertad de expresión, por ejemplo, no creo que logre ser feliz, una persona con miedo al mundo, a la gente, a que le juzguen o critiquen, nunca será feliz. Una persona será feliz si se pone a él mismo por encima de todo, sin ser egoísta, por supuesto, pero pensando siempre en cuál será el mejor camino para él y qué es lo que realmente desea y ama en cada momento. Y que lo haga, que lo haga sin miedo. Tú, que lo hagas sin miedo a ser juzgado, por favor, haz todo lo que sientas, todo lo que tu corazón te pida hazlo en cada momento y no tengas miedo a ser juzgado porque nadie es quién para juzgar tu forma de ver la vida o de realizar tus tareas, o de cómo te formes profesionalmente si es que lo haces, etc. Siempre que lo que sientas sea bueno para ti y para los demás (con esto quiero decir que no hieras a alguien, o que le hagas sufrir psicológicamente), hazlo, porque así y sólo así serás feliz. Quiérete y respétate, no dejes que  NADIE te deje por debajo, porque vales más que toda esa gente.

¿Tenemos las personas libre albedrío para actuar?

No, claramente. La mayoría de la gente no reacciona según le gustaría, la gente no suele hacer lo que realmente siente porque en este mundo hay miedo, y lo peor es que nosotros mismos creamos el miedo, y nosotros mismos a veces, en nuestro interior, llegamos a juzgar. Pero como personas honestas debemos dejar eso a un lado y hacer junto a todos los demás que esta sociedad deje de tener miedo y nadie tema a ser juzgado por sus actos, porque ninguno de nosotros lo merecemos.

¿Qué es lo real?

 ¿Es esto real? ¿Yo soy real?, y tú, la persona que está leyendo esto ahora mismo, ¿eres real? Piénsalo detenidamente y seguramente comenzarás a sentirte extraño. ¿Por qué te sientes así? Tal vez alguien que nos controle se esté dando cuenta de que nos estamos dando cuenta de que no somos reales y esté mandando una acción a tu cerebro de que te sientas extraño y en cuestión de segundos dejes de pensarlo porque te da ‘’mal rollo’’, podrías ser, ¿no?

¿Qué es el arte?

Todo es arte, todo lo que nos rodea es arte, y deberíamos apreciarlo. El arte está en todas partes, y no hay más que observar a nuestro alrededor. ¿Cuántas veces te has parado a mirar al cielo y observarlo detenidamente? Pocas, ¿verdad?, pues hazlo, no hay mayor arte que las nubes moviéndose lentamente, o un cielo gris y una mancha de sol que aparece de repente. Todo es arte y no se trata de mirar, hay que observar y comprender.

¿Qué es el tiempo?

Tenemos el tiempo muy infravalorado. ¿Tiempo?, ¿es sólo tiempo?, ¿son sólo esos malditos 50 minutos que tenemos para hacer un examen de Historia? Yo creo que no, yo creo que el tiempo también define muchas más cosas. El tiempo es la vida. El tiempo nos crea un esquema en nuestra cabeza, necesitamos el tiempo constantemente, el tiempo nos controla incluso más que el gobierno. El tiempo es esencialmente la base de todo.

¿Cuál es el sentido de la vida del hombre en el mundo?

Tu vida tendrá el sentido que tú quieras darle, porque tú decides tu historia y tienes que conseguir lograrla.

¿Es el amor algo natural de los seres humanos, o es una creación cultural?

Ahora mismo hay muchísima gente que está comenzando a decir que el amor no existe. Que es sólo una etapa más, o una emoción más, como la tristeza o la alegría. Etapas más o menos largas pero que no duran para siempre. Yo no creo que sea así, yo creo en el amor. Creo que hay amor en todas partes, que debemos apreciarlo y valorarlo. Creo que amar es lo más bonito que un humano puede llegar a experimentar. Creo que amar nos hace fuertes y valientes, creo que amar es libertad, amar y soñar y realizar. Amamos muchas cosas y jamás dejamos de hacerlo. Realmente no creo que exista nadie sin sentimientos, sin amor en su corazón y alma, ni si quiera los asesinos han dejado de sentir amor, es más, muchos de ellos lo único que hubieran necesitado es criarse con más amor y pasión y les hubiera llenado como personas y creado como apasionados de la vida y del querer y poder.




Espero que os haya gustado, de verdad, y por supuesto, como he dicho antes, podéis decirme cualquier cosa que queráis, contestaré a todos. Un beso y espero que la próxima vez que me leáis sea con un nuevo texto mío.

sábado, 30 de julio de 2016

Ama... te.

Tengo tan claro que el 95% de las personas que me estén leyendo ahora mismo dependen de una persona… tengo tan claro que tú, que estás aquí, leyéndome, y te doy las gracias y te las daré siempre, necesitas tener a alguien a tu lado para ser feliz o simplemente para mantenerte en pie, que te sujete y te ayude a equilibrar tus días.
Lo necesitas, lo necesitas porque sabes que sin esa persona tú no eres nada, sin esa persona te hundirías tanto que tendrías claro que jamás volverías a salir de ese pozo. Estás emocionalmente aferrada a esa persona y no quieres soltarla jamás, y tienes miedo de que ella lo haga por ti.
Hoy vengo a decirte que no, no necesitas a nadie. Hoy vengo a decirte que no necesitas a nadie a tu lado para recordarte que todo está bien y que a su lado todo va a seguir así, no lo necesitas, es más, no es bueno para ti.
No necesitas a una persona que te cuide y proteja y que te haga creer que sin ella a su lado o simplemente que sin nadie a su lado todo caería, todo se destruiría.
Hoy vengo a decirte que no, no es bueno para ti. Sé que el 5% que pensaba ya como yo, no está ni leyendo esto, pero me alegro, me alegro de que tú puedas leerme y dejarme que te ayude a abrir los ojos y que veas que no necesitas a nadie para ser feliz, ¿y sabes por qué?, porque solo tú no te dejarás jamás. Las personas somos tan impredecibles, cambiantes y manipuladoras, que a veces haríamos lo que fuera por salirnos con la nuestra, las personas nunca son fiables al 100%, pero te aseguro que tú misma te conoces mejor que nadie, tú mismo sabes cuáles son tus puntos débiles, qué te hace daño y qué te hunde en la miseria… tú mismo sabes qué tienes que hacer o qué necesitas para ser feliz por un solo momento. Sólo tú no serías capaz jamás de dejarte, y es que, tal vez esa persona se vaya algún día. Y no hablo de traición, se puede ir de inmensas maneras, por dejar el contacto, por trabajo, o por una enfermedad que le ha causado la muerte. Esa persona es impredecible para ti y tú te estás aferrando a algo impredecible que en cualquier momento puede desmontar todas tus piezas.

Con todo esto sólo quiero llegar a la conclusión de que nunca dependáis de nadie, querer y amar, porque es lo más bonito que existe en éste mundo, pero nunca queráis a alguien más de lo que os queréis a vosotros mismos, porque sino estaréis dando el placer de destruiros.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------- 
Quiero hacer un pequeño inciso:
Sé que no es tan fácil como escribirlo y ya, como pensarlo y ponerlo en práctica. 
Sé que la mayoría de las personas que me leen no se quieren y no se aman como deberían hacerlo.
Y sé que la mayoría de las personas que me leen quieren ahora mismo muchísimo más a alguien externo que a él mismo.
Y lo sé, todo ésto lo sé, no pretendo que consigáis esto en un día, sólo quería que lo supierais, que lo vierais y leyerais, que se puede, que podéis, puedes con todo, de verdad.

jueves, 28 de julio de 2016

Descubre y ama.

El verano está para aprender, disfrutar y experimentar, y éste año he aprendido grandes cosas, cosas que a simple vista veía normales y no paraba a pensar ni reflexionar seriamente, algo que todos deberíamos de pensar y sobre todo experimentar.
La mirada, el amor. Una mirada con amor, una simple mirada, unos pocos segundos, y unos sentimientos enormes, miles de mariposas y pensamientos recorren tu cuerpo y mente.
También he aprendido que los flechazos existen, antes no creía en ellos y no veía posible que dos personas sintieran algo tan fuerte sin conocerse de nada, sólo por una simple mirada. Y es que también he aprendido que hasta que algo no te pasa y no ves y sientes, no lo llegas a creer.
Conocí a un chico, llegué al hotel y le vi, nuestras miradas se cruzaron y los sentimientos se dejaron llevar, sin uso de razón.
Una mirada dice tantas cosas, transmite tantos pensamientos y libera tantísimos sentimientos… también me he dado cuenta que dos personas no necesitan comunicarse verbalmente, que con una mirada y sin una sola mueca puedes decirte millones de cosas, de palabras, de sentimientos.
Una mirada de alguien importante o de alguien que sin ninguna explicación te gusta y te está haciendo volar, te puede hacer sentirte tan grande, fuerte y sensible a la vez, sensible porque no sabes cómo lo hace pero su mirada penetra tu alma y crea en ti algo que jamás nadie había conseguido.
Una mirada, un sentimiento, una sonrisa, pueden hacerte la persona más feliz del mundo por un momento, y es que pasan tantas cosas en un sólo segundo.
Qué bonito es el amor y el verano que te deja florecer tu lado tierno y filosófico y te deja experimentar y crear, crear amor, experimentar besos, caricias, volar y hacer volar, porque sí, nosotros somos capaces de hacer volar a alguien con nuestra mirada, todos somos capaces de hacer amar a alguien por un momento, de que amen tu sonrisa, tu cabello o tus preciosos ojos, todos somos capaces de dar amor y de transmitirlo sin ningún tipo de esfuerzo, tan sólo dejándote llevar y queriendo descubrir cosas nuevas.
Ama, ama porque es lo más bonito del mundo. Amar no es amar a una persona y quererla todos los días de tu vida, amar es analizar cada una de las cosas a tu alrededor y sacar lo bonito y positivo de ellas, sea persona, animal o cosa, amar y dejarte llevar por la brisa del viento, mirar las estrellas o pasear por la playa. Amar es crear y crear amor con cada uno de tus pasos y sentidos.

Ama porque puedes, haz que amen porque debes. Ama, disfruta, crea, y descubre, porque eso, eso es lo más bonito del verano, que te deja sacar a la luz todo lo que a veces la rutina te encierra, te esconde y atrapa. Sácalo, porque puedes, porque lo tienes.

sábado, 28 de mayo de 2016

Nadie lo hará por ti.

Escribiendo en el mismo lugar y a la misma hora,
con la misma música y con las mismas ganas,
con el tiempo justo y con la mirada clavada en la pantalla.

Con los cascos puestos y con el alma expuesta en el teclado.
Con los dedos bailando al son de las letras musicales,
escribiendo cosas sin sentido que salen de mi corazón.
Me paro a mirar a mi alrededor

y de repente todo se vuelve negro,
de repente no logro encontrar la manera de salir de este oscuro pasado que no me deja vivir el largo presente.

Y así, enseguida, consigo luchar contra el pensamiento negativo que no me deja escapar,
y sonrío hacia el cielo y en ese instante respiro y entiendo que la vida es un momento.

Que debes proseguir tu camino aunque estés encadenado a ese amor pasado.
Aunque estés encerrado en un sótano lleno de esperanza e ilusión.

Debes correr y huir, no mirar atrás, no retroceder.

Debes inventar un nuevo día,
Imaginar un nuevo amanecer,
Y crecer como una nueva niña.

Debes correr con la misma ansia a cuando le veías y deseabas abrazarle.
Debes escribir, cantar y bailar con las mismas ganas que tenías de dormir junto a él.
Debes de aguantar el frío como cuando lo hacías junto a sus brazos.

Debes vivir y sonreír,

Porque nadie, absolutamente nadie lo hará por ti. 

viernes, 27 de mayo de 2016

A todos los padres y madres del planeta.


¿Por qué éramos tan felices de pequeños?

Nos hartábamos de reír y de llorar, pero no nos importaba porque sabíamos que siempre iban a estar nuestros padres a nuestro lado, riendo o llorando junto a nosotros. 
Sabíamos que no estábamos solos y por eso vivíamos la vida al máximo sin importar nada; por eso éramos totalmente felices, porque éramos libres, nuestras alas estaban completamente expandidas por la habitación y volábamos por todos aquellos lugares que queríamos, pues nuestros padres nos acompañarían hasta al fin del mundo. 
Y cuando les cabreábamos se reían porque éramos tan indefensos, tan tiernos y tan dulces, con esa inocencia y esa mirada que gritaba al mundo que siempre seríamos felices, que jamás haríamos daño a nadie. 
Se reían porque nosotros lo hacíamos, porque nosotros les asegurábamos que nuestra felicidad era real, y que nuestra sonrisa era 100% verdadera, que no había nada de falso en esa alegría. Todo era tan fácil… siempre había solución para todo porque en cuanto teníamos un problema allí estaban ellos para ayudarnos y hacernos meter en la cabeza que ellos eran y serán los únicos que nos ayudarán por siempre jamás. 
Y cuando estábamos desconcertados o no entendíamos algo ellos se armaban de paciencia y nos explicaban aquello hasta que lo entendiéramos a la perfección.
Entonces, ¿por qué éramos tan felices de pequeños?


Por ellos
Sí. Porque ellos nos lo dieron todo desde el primer segundo en el que respiramos oxígeno. 
Porque ellos nos cuidaron desde el minuto 1, porque ellos fueron quienes dieron la vida por nosotros, porque ellos y sólo ellos se merecen todo el amor del mundo. 
Porque ellos son las únicas personas que sufren día a día por nosotros, porque tienen miedo de perdernos, porque cada día es un día más pero también un día menos y porque no quieren que nos vayamos de sus vidas, porque nos necesitan, porque nos aman y nos miman.
Porque nos dan lo máximo, más de lo que a veces podrían, porque quieren lo mejor para nosotros, porque ellos y sólo ellos, son la clara explicación de nuestra felicidad, y por eso os doy las gracias, papá y mamá, muchísimas gracias, a vosotros porque me disteis la vida y aún me la seguís dando a cada segundo, cuando me sonreís, me abrazáis o me habláis, y a todos los padres de este mundo por dejar sus vidas a un lado y darlo todo por un bebé, por hacernos crecer y madurar, por hacernos aprender, por valorarnos, por querernos, gracias, padres y madres de todo el mundo, pero sobretodo, gracias, papá y mamá, siempre os querré más que a cualquier cosa en este mundo.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Qué dulce locura.

Cuando crees que todo ha terminado,
cuando crees que el dolor se ha ido
y cuando crees que ha llegado el olvido,
se presenta en tu camino como si el destino se hubiera acostumbrado a verte llorar,
aparece y una bomba de emociones recorre tu cuerpo,
mariposas en el vientre, hormigas en la piel, cosquilleos repentinos, dolor en el pecho, falta de aire… y todo eso, resumido en recuerdos.
Recuerdos
Una sola palabra que te crea tantos sentimientos por tu cuerpo que tu estado anímico cambia por completo. Tu cerebro desconecta y quedas perpleja.

Y recuerdas, comienzas a pensar, y de repente, él. Ahí está él, cuando estaba ya casi saliendo por la puerta llega y decide quedarse un rato más. 
Y duele, vuelve a doler, duele tanto que lloras y vuelves a la rutina, querida rutina.
Te echaba de menos... ¿’’Te’’?, no; le. Le echaba de menos. 
Echaba de menos escribir para él y echaba de menos recordar los momentos que pasé con él, 
pero preciosa rutina, no recordaba que tuviera tanto dolor, no recordaba que hería tanto el alma al recordar su sonrisa. 
Y que contradicción tan tonta y dolorosa aquella, que te vuelve loca pensar en su sonrisa y a la vez te consume porque, al fin y al cabo, es sólo eso, un recuerdo. 
Te consumes poco a poco y tu corazón muere a cada segundo que le ves en cada calle, cada segundo y cada minuto de tu rutina te mata y descompone como el tabaco. 

¡Pero qué dulce locura esta de los recuerdos!

martes, 19 de abril de 2016

Tengo miedo.

Tengo miedo de quedarme sin aire.

Tengo miedo de quedarme sin oxígeno.

Tengo miedo de quedarme vacía.

Tengo miedo de quedarme sola.

Tengo miedo de  no saber qué hacer.

Tengo miedo de no encontrar la salida, o tal vez la entrada.

Tengo miedo de no saber empezar.

Tengo miedo.


Tengo miedo de todo lo que me rodea.

Tengo miedo de mí.

Tengo miedo de caer.

Tengo miedo de irme, de no volver.

Tengo miedo de no poder.

Tengo miedo de no luchar.

Tengo miedo de dejarme vencer.

Tengo miedo de no conseguir lo que quiero.

Tengo miedo.


Tengo miedo a mis seres queridos,
porque tengo miedo de que se vayan.

Tengo miedo de mis amigos,
porque tengo miedo de que me dejen.

Tengo miedo del miedo y del terror.

Tengo miedo de no encontrarlo,
el amor, de no sentirlo…
de no tenerlo.

Tengo miedo de quedarme sin ideas.

Tengo miedo de absolutamente todo.

Tengo miedo pero arriesgo.

Arriesgo viviendo.

Enfrentándome a mis miedos.

Tengo miedo pero vivo.

Vivo con miedo cada día.

Vivo emocionada.

Vivo, vivo y lucho.

Y tú, ¿tienes miedo de algo?

Si yo puedo vivir, tú puedes vivir.

Vivir CON miedo es de humanos,
pero, vivir JUNTO al miedo es de valientes,

y yo creo que TODOS tenemos algo de valentía en nosotros mismos.

Vive, porque puedes.

domingo, 3 de abril de 2016

No sabes lo agradecida que estoy por nuestro pequeño infinito

Estoy comiendo palomitas tumbada en la cama y escuchando esa canción que te hace llorar.
Creo que es la sensación más cercana a cuando estaba con él. Tranquila, segura. Me sentía bien y nadie podía romperme. Nadie me podía destruir porque él me hacía feliz, construía un escudo para mí sin darse cuenta, con su sonrisa me protegía de todos aquellos que intentaran hacerme daño y con su mirada me hacía volar. Y puede que yo no fuera suficiente para él, pero me creía cada cosa que me decía y me hacía quererme. Era lo mejor que tenía y lo mejor que podría haberme pasado, y como dice mi protagonista favorita de mi película favorita, gracias por esa eternidad en estos días contados, mi amor. Y no escribiré más, no, aquí acaba, pues no hay palabras que puedan describir lo que me hiciste sentir en cada uno de los días que pasamos juntos.

Y aunque ya no estés y te hayas ido estoy orgullosa de decir que te tuve y de que, algún día, tarde o temprano, te superaré, pero hasta ahora, quiero seguir escribiéndote porque creo que es lo único que me mantiene viva.

¡¿Cómo?!

Le echo de menos, y por mucho que intento separarle de mi mente, se aferra a las paredes que ahora nos separan. Esos muros que un día rompí y que hoy ya no puedo reconstruir.
No consigo aceptar su ida. Su adiós. Se fue, se marchó. No puedo aceptar un día sin sus besos, una noche sin su aliento. Una tarde sin su abrazo, sin su sonrisa y sin sus ojos, no puedo aceptar que esto ha acabado, no puedo aceptar que ha terminado. Y lo intento.
Pero ha cada intento me duele más el alma y mi cabeza me da vueltas, se pregunta por qué y mi corazón responde: ¡¡por tu culpa!! Y lloro y grito y me caigo. Me quedo en el suelo y después recapacito. Yo he acabado con esto y yo podré reconstruirlo.- me digo. Y luego vuelvo a recapacitar y digo, ¡pobre ingenua!
Esto ya es cosa del pasado, pero cada momento con él se me quedó marcado, y se me pone delante cada vez que paso por aquellas calles, y lo veo en lugares en los que jamás él podría estar, y se mete en mis sueños y me ilusiona, y luego despierto y vuelvo a recordar que se ha ido, que jamás volveré a tenerle a mi lado.
Y querido amor, querido pero triste amor, ¿cómo puedo yo olvidarme de aquella persona que lo fue todo para mí?, ¿cómo puedo hacer que se marche de mi mente, que se separe de mi lado y deje de recordarme que fue todo mi culpa?, ¿cómo…? ¡¿CÓMO?!


Me desespero, le anhelo… no puedo con este dolor en el pecho que me empuja al abismo, aquel donde yo estaba y de donde él me sacó, y, qué caprichosa la vida, que me vuelve a poner de puntillas sobre él para que sea yo, sola, quien decida si tirarme o esperar a mi siguiente ángel.

martes, 29 de marzo de 2016

Nunca más volverá.

Pasas por delante de todas esas calles y los recuerdos te golpean la cara.

Y las lágrimas recorren las mejillas que un día fueron acariciadas por él.

Y cada vez es más insoportable y cada vez más fuerte.

Y el dolor no cesa, prosigue, no para.

Y tú, pensando en cómo salir de ésta te das cuenta de que estás atrapada, que él te atrapó.

Te cogió y te metió en el fondo con más oscuridad de todos los fondos de este universo, para que te quedaras allí eternamente, metida en una esquina de su mente, de su pequeño y roto corazón, en su inmensa y alumbrante alma.

Y sin puertas de salida deja cada hueco para que no puedas escapar,
para que cada día te atormentes y recuerdes que tú, antes, ocupabas todo ese espacio,
y que por tu culpa estás ahí, en ese pequeño trozo de su amor.

Amor que dejó atrás en esa última mirada que ninguno sabía pero que era la final.

Final como todos los cuentos e historias que jamás sucederán,
porque esto, tristemente, es la vida real.


Real como todos los besos que nos dimos,
y tan real como los que nunca nos volveremos a dar.
Poco falta para la batalla,
recoge la fortaleza, salta, grita,
pues nunca más volverá.

Es tu única e inesperada oportunidad.

lunes, 28 de marzo de 2016

No es un dicho, sino una realidad.

Me llama la atención cómo dos simples palabras te pueden hundir.
''¿Qué tal?'' y te pones nerviosa. Miras hacia abajo y suspiras. Luego levantas la cabeza, sonríes y dices: ''bien, ¡sí!, estoy bien, ¿y tú?'', y cambias de tema. Y vuelta a empezar. Día tras día te persigue esa pregunta. Y siempre lo mismo. 
Nadie se da cuenta de que bajas la cabeza porque te pesan las lágrimas, y suspiras porque te falta la respiración. 
Nadie se da cuenta de que esa respuesta es tan falsa como la sonrisa que pones a continuación. 
Nadie se da cuenta de nada, ni de tu tristeza ni de tu ira. Y siguen hablándote, todo está bien, claro, tú misma lo has dicho, estás bien. No importa que tus ojos pidan a gritos ayuda, no importa porque tú has dicho que estás bien y por supuesto, ¿cómo ibas a mentir?, ¿por qué mentir?
Pero no se dan cuenta de que estás rota, hundida, desolada... que no quieres preocuparles pero así lo único que consigues es hundirte más aún... lo único que consigues es pensar más y más en el por qué de todo, de por qué no se dan cuenta de lo rota que tienes el alma, de lo cansada que estás... ¿por qué?, y minutos después te sigues preguntando lo mismo pero no hallas respuesta. 

Y es que tal vez no la haya, tal vez de nada sirva que te tumbes en tu cama y no pares de preguntarte cosas sin sentido y te rompas a llorar porque nadie te contesta. Tal vez nada de ésto sirva para nada, pero supongo que todo el mundo se ayuda con lo que puede.

Nunca aceptes un bien por respuesta, ni si quiera te atrevas a preguntar qué tal está, simplemente mírale a los ojos y ellos te dirán si necesitan ayuda. Pues los ojos son el espejo del alma y esto no es un simple dicho, sino una realidad. Hazle sonreír y sé inteligente, una persona que está triste o hundida no te dirá que lo está, pero sí estará deseando que lo averigües por ti mismo para que, algún día, puedas salvarla.

domingo, 20 de marzo de 2016

Toda una eternidad.

Tan rota que hace daño a todos los de su alrededor,
que corta con sus pinchos afilados,
que araña con sus garras de diablo,
de demonio armado.
Armado de valor y coraje para luchar contra todo,
para sobrevivir en este mundo cruel...
Para ella, indefensa, y para él, adherido a su hilo.
Ese pequeño e insignificante hilo que les une,
que jamás les separa y que ni el cielo, ni el aire ni la mismísima Tierra puede con él.
Con ellos. Con su amor.
Esa chica triste que escribe tras una pantalla, contando y desvelando sus sentimientos a desconocidos porque es lo único que le queda.
Rota y consumiéndose como todos los cigarros que jamás tomó.
Consumiéndose como el fuego en cenizas después del baile de máscaras...
¿El baile de máscaras?, enmascarada toda su vida con una falsa sonrisa que hacía creer al mundo entero que era la niña feliz que todo lo tenía.
Esa chica. 
Esa chica valiente y fugaz, como las estrellas que pasaban esas noches,
las noches en las que miraba el cielo y pedía a Dios que le llevara con él, que no podía más.
Pero esa chica siguió luchando por su vida,
por la vida de los de su alrededor, que heridos y sangrando yacían en el suelo,
que a gritos pedían ayuda.
Ella no sabía qué hacer, pues tantos gritos había pegado en el silencio y nadie la había ayudado jamás que decidió huir y dejarles ahí.
Pero qué más da, la chica moriría de autenticidad. 
Volvió, y se salvó.
Sí sí, no les salvó a ellos, se salvó a sí misma. Regresó armada y segura de que podría con todo.

Y así es como los salvó. A sus seres queridos, a todo su alrededor. 
Porque ella volvió, ella continuó su camino, luchó. 
Luchó hasta el final, ¡qué digo hasta el final!, luchó toda una eternidad.

domingo, 28 de febrero de 2016

Hoy no vengo a dejarme llevar.

No, hoy no vengo a dejarme llevar por la música ni a adentrarme en mis palabras para poder sentirme por un momento libre.
Hoy vengo a hablar de algo que creo que es importante. Vengo a animar a algunas personas, aunque poca gente sea la que me lee, ojalá, de verdad, que te ayude.
Vengo a hablaros sobre un tema que me molesta muchísimo, me frustra y en ocasiones me duele.
''Si sacas un 9 eres muy inteligente pero si sacas un 4 o un 5 eres menos inteligente. Si tu media es un 5, seguro que es más tonto que el que tiene media de 9.''
¿De verdad la inteligencia de una persona se mide por unas simples notas? ¿De verdad podéis juzgar a los que suspenden y poner en un altar a los que sacan mejor nota? 
Mi respuesta es no. Personalmente creo que los exámenes sólo sirven para ver si has dedicado al menos un poco de atención y tiempo en esa asignatura pero no creo que seas más o menos inteligente. No creo que las personas que se esfuerzan y sacan un 5 o un 6 sean menos inteligentes que las que sacan un 8 o un 9. No, no creo que sea justo que una de las prioridades de algunas Becas sea la media. Por supuesto que hay personas que no se lo merecen, por supuesto que hay personas que son muy vagas, que no se esfuerzan absolutamente nada y que no ponen interés en aprobar la asignatura, y, en ese caso, suspenden con razón. Pero aun así no creo que esa persona sea menos inteligente que otra que saca mejores notas. De verdad, me parece muy injusto que a las personas que sacan menos nota se las desanime, o no tengan oportunidad de una Beca porque su media es más baja. ¿Quién eres tú para juzgar a una persona por su nota cuando no tienes ni idea de su situación personal? Muchas personas pueden tener problemas en casa, pueden estar desesperados o pueden tener la autoestima por el suelo, o simplemente no le gusta estudiar y realmente no puede o esa asignatura no le gusta. Hay muchísimos factores por los que una persona suspende, pero estoy segura de que muchas de estas personas son muy inteligentes, maduras, responsables, preparadas para la vida y por supuesto con derecho a tener una Beca. 
Estoy segura de que muchísima gente estará en contra de mí pero de verdad que los exámenes no miden nuestra inteligencia. Así que, si eres de esas personas que van fatal en el instituto pero no sabes por qué, que no puedes estudiar, que te cuesta, o que simplemente suspendes aun estudiando, no te vengas abajo, ¡de verdad!, eres muy inteligente y sobre todo muy fuerte mentalmente, ¡tú puedes!, esfuérzate al máximo y no te desanimes viendo que tus amigos o compañeros sacan mejores notas que tú, quien importa eres tú y sólo tú, ¡no te compares! sólo supérate, y si ves que no puedes, si ves que amas con todo tu alma una actividad o un trabajo en especial, ve a por ello, ¡de verdad!, no vivo en los mundos de ''yupi'', sé como está la vida, sé como está el mundo y sé que sin la ESO o la Universidad no vas a ningún lado, pero qué más da si hay gente de las carreras más difíciles en paro, no dejes de luchar por lo que amas porque tus padres o tutores te digan que debes estudiar tal cosa para poder tener dinero y trabajo. Ve a por lo que te gusta, siempre debes hacer lo que a ti realmente te haga feliz, ¡tú puedes! 
Por último decir que no, no hago esto porque yo sea de esas personas que sacan 5 o 4, al contrario, saco muy buenas notas, a veces un 7 otras un 8, pero también tengo mis bajones y saco 3 y 4, pero aun sacando bastantes buenas notas, ¡no soy más inteligente que nadie!, simplemente he tenido más facilidad en ese concreto examen, se me da mejor o no he tenido dificultades para estudiar, ¡nada más!, jamás te sientas inferior a nadie pues, nadie es menos que nadie pero sobre todo NADIE es más que nadie y menos por unos NÚMEROS, somos personas, no simples notas, SIEMPRE destacarás en algo.

Lo único que a todo el mundo debería importarle.

Cada vez más perdida, más hundida. Cada vez adentrándose más en ese gran agujero, en ese pozo o como quieras llamarlo. Algunos lo llaman vida. Pero para mí vivir es ser libre, es ser feliz. Y no, yo no soy feliz. No soy libre ni abro mis alas al mundo para poder enseñar como soy. Simplemente me encierro en mí misma y dejo que la gente me odie por aparentar ser lo que todo el mundo odia, por el hecho de que nadie es así de verdad. Una persona con autoestima, comiéndose el mundo, feliz. Pero nadie lo es. Nadie es feliz. Todos aparentan ser cosas que no son, tapaderas que el ser humano se va poniendo para no salir herido de esta lucha, de esta batalla que jamás acaba. Un caparazón como escudo para no ser atacado. Vestirse de negro o ponerse lo menos vistoso. Alejarse, esconderse de la sociedad, andar por la vida sin ser visto, sin ser juzgado. Es lo que intento día a día. Poder salir viva de aquí, sin un rasguño que me cambie la personalidad, sin nada que me aleje de lo que soy. No quiero cambiar, no quiero gustar a nadie, simplemente quiero sobrevivir, subsistir. Seguir aquí, a pesar de todo, luchar, navegar cuando lloro, y viajar por mis problemas, llegar a mi destino, a mi meta. Es lo único que me importa, y, de verdad, creo que es lo que a todo el mundo debería importarle. 

viernes, 8 de enero de 2016

Feliz 2016, mis lectores.

Como una pareja de ancianos bailando al son de la música clásica que pone el bar de la esquina.

Como si nada malo ocurriese, como si fuésemos el polen que vuela por el aire, libre y que, en algunos casos, no está cómodo en ciertas personas, y busca un sitio donde poder quedarse y ser feliz, como este texto que escribo sin sentido pero con mi alma puesta en cada una de las letras.
Las letras de tu nombre que me gustaba tanto decir, y escribir en cada una de las esquinas que veía en la calle, para que todos tuvieran claro que eras mío y que siempre lo serías.

Y ahora camino por ahí y sólo quedan restos de pintura difuminados por la lluvia, por la lluvia del cielo y de mis ojos por pasarme las noches mirando las estrellas recordándote. Recordando cada uno de los momentos juntos, pero eso son, momentos que quedarán en el olvido y que ni si quiera tu mente podrá recuperar, pues está en el hueco de recuerdos inexistentes que jamás recordarás, mientras los míos ocupan todos los huecos posibles de dolor y recuerdo, de amor y olvido, de rencor y de unión.

Cuán de unidos estábamos, como esa pareja de ancianos que deseaba ser tú y yo en un futuro pero que ahí quedó, en un futuro quiebro, roto en pedazos pequeños, como mi corazón, sin reconstrucción, porque ningún arquitecto podría reconstruir algo tan roto y pequeño, tan negro y obsoleto. Obsoleto porque sólo tú conseguiste ocuparlo, y por supuesto, destrozarlo.
Quedarte con los cachos del suelo y los demás tirarlos a la basura, junto a los te quiero y a todas las promesas que jamás cumplirás porque claro; las promesas hoy ya no sirven de nada. Ni las miradas ni las palabras sirven de nada.

Qué ilusa, para mi significaban todo, me creía todo de ti, todo lo que me decías y todo lo poco que me demostrabas, en fin, pensaba que algún día podrías demostrármelo y de lo que no me daba cuenta era de que huías de eso mismo, de los actos y las promesas que debías cumplir. Del miedo a ser feliz. Ese miedo que para mí era alegría porque comenzaba a cumplirse. 
Comenzaba a ser feliz, a quererme, a sonreír. 
Y como de un suspiro se tratase, en pocos segundos mi felicidad se esfumaba como al soplar el polen o al soltar un globo. Se fue de mí y jamás volvió a aparecer por aquí.

Como mi corazón, jamás volví a sentirlo, ni a notarlo. Ahora vivo con un vacío que me ataca cada noche. Que me atormenta las mañanas, y que no me deja vivir.

Y lo peor de todo es que aunque pasen los días, siempre tendré la esperanza de que venga y vuelva a unir esos pedazos de corazón que se quedó consigo.