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lunes, 22 de junio de 2015

Hablemos de mi alma.

Mi alma se parte en pedazos,
esos pedazos de puzzle
que quedan por encajar.
Esas piezas, aquel desván.
Mi alma. 
Como ese cuarto,
tan desordenado y a la vez vacío,
como mis sentimientos.
Sin esperanza; me quedo sin aliento.
El aliento de mi boca que
quedaba tan bien diciendo tu nombre.
Mis manos heladas que se calentaban tan bien
al entrelazarlas con las tuyas.
Hablemos de mis ojos.
Los ojos como un bosque,
un bosque en invierno,
frío, con poca luz, sin ganas.
Que ni el mismísimo sol lo enciende,
que ni tú me encendías.
Porque la persona que me ayudó a levantarme,
hoy me deja caer,
caer a ese océano profundo de lágrimas
que desordenan mi vida,
como el desván, sí.
Y hasta ese cuarto es más bonito que todo esto.
Que el cielo en el mejor día de verano es gris.
Que la mejor sensación de la vida es mala.
Que llenas y a la vez desgastas.
Mi corazón se cansa,
de esperar, de sentir, de seguir…
intenta prosperar, alcanzar esa meta, luchar…
y no puede, le cuesta pero prosigue, continúa, avanza,
quiere más…
Y no sé si eres tú que me quitaste las ganas,
o que hacía tiempo que mi alma se desmayaba.
De eso hablamos, de mi alma…
huye cuando cree verse en peligro,
y es que,
nunca ha parado de huir.
Me abandonó sin razón,
¿y mi corazón?, ¿qué hará él sin mi alma?
si eran las piezas que faltaban

para dejar de odiar.

jueves, 11 de junio de 2015

Podemos.

18:11, llueve y estoy tumbada en mi cama escribiendo algo que no sé si será leído por mucha gente pero sí quedará constancia para algunos pocos, con la banda sonora de la película 'intocable' (que os la recomiendo totalmente ver) de fondo.
Podría decir que me encantan los días así, creo que a la mayoría nos gustan, o tal vez no, tal vez sea a muy pocos quien les guste que el cielo esté gris y tengas tiempo de reflexionar, en tu habitación, escribiendo bajo esa canción, cada nota te hace expresar un sentimiento diferente que en casi todos los casos son malos, llamadme masoca pero amo la lluvia porque eso es sinónimo de encerrarme toda la tarde en mi habitación y ponerme música triste, y escribir. Me gusta la soledad en la mayor parte de los días. Y me encanta poder escribir todo lo que pienso por inspiración de una canción tan bonita y a la vez apagada, lenta y conmovedora. Me encanta tumbarme y liberar mis pensamientos, alejarme de todo lo que me aterra, alejarme al menos por una horas de este mundo que me agota, de esta rutina que me desgasta, que me atrapa.
Y no tengo ni idea de lo que estoy hablando ni de qué tema irá este texto, pero tampoco quiero saberlo, quiero dejarme llevar por la imaginación.
18:18, ser feliz.
No soy feliz, pocos lo somos. 
Dime, tú, el/la que está leyendo esto, ¿eres feliz realmente?, si piensas que no, tienes razón, y si crees que sí eres feliz, continúa leyendo y contesta a estas preguntas:
¿Eres libre?, ¿siempre haces lo que tú quieres hacer?, ¿siempre has echo las cosas cómo querías?, ¿siempre has llevado la ropa que te gustaba?, ¿siempre has dicho tu grupo favorito, cantante, gustos o tipo de sitios que te gustan? ... y ahora te digo, nadie es feliz del todo porque nadie es libre, y si fuéramos libres, nos daría igual lo que dijera la gente, no actuaríamos como la gente quisiera, si no como nosotros fuésemos felices, si fuéramos libres no nos daría miedo expresar los sentimientos o gustos, si fuéramos libres... si fuéramos libres no nos dejaríamos llevar por personas... seríamos felices. Y me temo que nadie, o a penas nadie es feliz. Pero no, no, dejar de criticar a la 'sociedad', porque nosotros también formamos parte de ella y también es culpa nuestra, o qué, ¿es que tú nunca has criticado a alguien por su forma de vestir o por sus gustos, por cómo habla, por su forma de andar, por su forma de ser en general?, si no lo has echo, enhorabuena, pero negarlo sería estúpido.
No nos podemos quejar de cosas que nosotros mismos hemos llegado a hacer, pero sí podemos aprender del error y ponernos en el lugar de las personas, pensar que una crítica conlleva a muchísimas cosas que ni nosotros mismos nos damos cuenta, que un insulto son mil defectos que echarse uno mismo encima, y no valorarse es lo peor del mundo, y lo más difícil de sobre llevar. ¿Vosotros creéis que es vida ir por la calle con miedo, o sin poder mostrar quien en realidad eres?
Eso no es vida, por eso no somos felices, porque la vida es libertad y derechos, igualdad y humildad, y poca gente tiene de todo ello.
Pero, si piensas como yo, hagamos justicia y dejemos atrás los complejos por culpa de todos, de la sociedad en general, dejemos atrás el miedo y seamos quien somos de verdad, vistámonos como queramos, hagamos lo que nos venga en gana en cada momento porque ESO ES LO QUE NOS HACE FELICES, y quien critique, será la única persona que de verdad no será feliz, porque él mismo estará perjudicando a la sociedad y sí mismo.
Juntos, todos con todos, podemos.

martes, 9 de junio de 2015

Seamos realistas.

Todo es una mentira, la vida es una mentira.
Lo bonito en realidad es lo feo, lo horrible.
Lo que crees menos tenebroso al final acaba asustando.
Como el amor, que parece que te salva y acaba asustándote la manera en que puede llegarte desgastar.
Lo que creías mejor, acaba siendo lo peor.
Y podría seguir comparando las miles de cosas que creemos ver buenas y en realidad son malas.
Como la vida, la pintan de un color muy bonito pero en realidad todo es gris, y en el peor caso, negro.
¿y qué hablar de todo eso que creemos que es malo?
¿y si los gatos negros dieran suerte porque son como la vida, negra?
¿y si el día 13 fuera el único día en el que todos los seres humanos pueden descubrir parte de la palabra ‘felicidad’?
Pero no, siempre nos cegamos en el pensamiento con el que nos criamos y no queremos seguir descubriendo, investigando sobre ese más allá, lejos de toda esta rutina.
Y yo creo en la mala suerte,
en lo malo,
creo que los espejos rotos dan buena suerte,
igual que creo que cuando estás segura de que todo va genial algo se tuerce y acaba cayendo, cae a ese vacío del que nadie quiere hablar por miedo a tropezar y hundirse en él,
pero a mí no me da miedo,
porque el miedo en realidad no existe,
es sólo una mentira más.
Que ya no soy esa tonta que cree en los finales felices, que cree que todo el mundo al final encontrará a alguien y se amarán toda la vida.
Que la luz al final del túnel sólo aparece si te adentras en lo oscuro y nosotros nos empeñamos en que todo es bonito o que todo debería de ser bonito en nuestra vida,
pero en realidad nada es bonito si no ves las cosas malas, lo oscuro, lo negativo, la mierda, el vacío, te mentirías a ti mismo y a la persona que está a tu lado,
seamos realistas,

al final, todo lo que creías perfecto; desvanece.